Que es el Embarazo y la Planificación Familiar
¿Qué es el embarazo?
El embarazo es el proceso en el que un feto se desarrolla y crece dentro del útero. Este proceso dura aproximadamente 9 meses (40 semanas). Durante este tiempo, el cuerpo de la persona embarazada experimenta cambios significativos, tanto físicos como emocionales, que pueden continuar incluso después del parto.
Entender cómo ocurre el embarazo y la importancia de la planificación familiar es fundamental. Hay muchos aspectos a considerar antes de decidir tener une hije, y si no estás liste, es crucial utilizar algún método anticonceptivo para prevenir embarazos no planificados.
¿Cómo sucede el embarazo?
El embarazo ocurre a través del sexo. Incluso si es la primera vez que tienes relaciones sexuales, puedes quedar embarazada! Si eres sexualmente activa, es fundamental usar protección, como condones o métodos anticonceptivos, para prevenir embarazos no planificados.
El embarazo comienza cuando un espermatozoide entra en la vagina, viaja hasta el útero y fertiliza un óvulo. Este proceso puede ocurrir durante los días fértiles del ciclo menstrual, por lo que es importante entender cómo funciona tu cuerpo para tomar decisiones informadas sobre tu salud sexual.
Ovulación
Para que ocurra un embarazo, es necesario que la persona esté ovulando. La ovulación es el proceso en el que un óvulo se libera del ovario. Una vez liberado, el óvulo viaja hacia la trompa de Falopio, donde permanece entre 12 y 24 horas esperando ser fertilizado por un espermatozoide.
La ovulación ocurre generalmente a la mitad del ciclo menstrual (alrededor del día 14 en un ciclo regular de 28 días). Sin embargo, los espermatozoides pueden sobrevivir hasta cinco días dentro del cuerpo, y muchas personas tienen ciclos menstruales irregulares, lo que significa que la ovulación puede suceder en diferentes momentos. Por eso, no importa cuándo tengas relaciones sexuales: siempre existe la posibilidad de quedar embarazada.
Pene Erecto
Para que ocurra un embarazo, el pene debe estar erecto. Durante la erección y la eyaculación, los espermatozoides salen por la punta del pene.
Sin embargo, es importante saber que el líquido preeyaculatorio (pre-cum) también puede contener espermatozoides, lo que significa que el "método de retiro" (retirar el pene antes de eyacular) no es un método confiable para prevenir el embarazo.
Embarazo en la Adolescencia
El embarazo adolescente ocurre cuando una persona menor de 20 años queda embarazada. Enfrentar un embarazo y convertirse en madre durante la adolescencia puede ser extremadamente difícil, ya que los adolescentes aún están creciendo y desarrollándose tanto física como mentalmente. Además, asumir la responsabilidad de criar a otro ser humano dependiente puede ser abrumador, especialmente cuando ellos mismos aún dependen de sus padres o cuidadores.
En América Latina, la tasa de embarazos adolescentes es alarmantemente alta: 60,7 de cada 1000 niñas entre 15 y 19 años (6%), en comparación con Estados Unidos, donde la tasa es de 15,2 por 1000 (1,5%). En Para Crecer, nuestro objetivo es reducir estas cifras, ya que creemos que los adolescentes merecen disfrutar de su juventud sin asumir responsabilidades adultas antes de tiempo.
Aunque criar a une hije es responsabilidad de ambos padres, con frecuencia las mujeres asumen la mayor parte, si no toda, la carga. En Guatemala, el 88% de las adolescentes que quedan embarazadas abandonan sus estudios y asumen roles domésticos, según la Observación de Salud Sexual y Reproductiva (OSAR). Esto las coloca en una posición de dependencia económica a largo plazo, lo que puede generar estrés en el matrimonio y dificultar la posibilidad de salir de relaciones abusivas.
El embarazo en la adolescencia también presenta riesgos significativos para la salud de la madre. Los cuerpos y sistemas reproductivos de las adolescentes no están completamente desarrollados, lo que aumenta el riesgo de complicaciones como eclampsia, endometritis puerperal e infecciones sistémicas. Además, los adolescentes aún están en desarrollo mental; el cerebro sigue madurando durante esta etapa. Esto hace que las madres adolescentes sean más propensas a sufrir depresión, depresión posparto, trastornos de estrés postraumático y ansiedad.
A esto se suma el estigma social asociado al embarazo adolescente, que a menudo lleva a estas jóvenes a sentirse solas, culpables y discriminadas por su comunidad.
La Importancia de la Planificación Familiar
La planificación familiar permite a las personas decidir si desean tener hijes, cuántos tener y cuándo. Esto se logra a través del uso de métodos anticonceptivos y, en algunos casos, mediante tratamientos para la infertilidad.
El embarazo y la crianza pueden ser experiencias hermosas, pero solo si se desean y si los futuros padres están preparados financiero, emocional y mentalmente para asumir esta responsabilidad.
Les niñes no son juguetes; son seres humanos con derechos, y criar a une hije es un compromiso de por vida, no solo hasta que cumplen 18 años. Todes les niñes merecen crecer en un entorno estable y amoroso, donde sus necesidades básicas, como comida, vivienda e higiene, estén cubiertas. Además, necesitan padres que estén emocionalmente disponibles y mentalmente sanos, para ofrecer un hogar libre de abuso, donde puedan sentirse valorados y comprendidos.
Si no estás seguro de poder brindar este tipo de vida a une hije, es mejor esperar. Tener une hije no es una decisión que deba tomarse a la ligera. Aunque para algunas personas puede funcionar de forma espontánea, la realidad es que, para la mayoría, requiere años de planificación y preparación.
Además, cada niñe merece ser amado incondicionalmente, independientemente de quién sea o en qué circunstancias se encuentre. Les niñes no son una extensión de sus padres; son individuos. Si tu hije resulta ser queer, tener una discapacidad, sufrir una enfermedad mental, cambiar de religión o no tener una, aún merece tu amor incondicional. Si crees que no podrías amar a une hije de esta manera, tal vez sea momento de reflexionar, buscar terapia o esperar hasta estar preparado.
También es importante reconocer que no todas las personas desean tener hijes, y esto está bien. En Para Crecer, trabajamos para romper el estigma que sugiere que una vida plena depende de tener hijes. Muchas personas no sienten un instinto materno o paterno y llevan vidas felices y satisfactorias sin formar una familia tradicional.
La presión social para tener hijes puede ser abrumadora, pero es completamente válido decidir no tenerles. Tomar esta decisión puede evitar que personas no preparadas o que no desean ser padres traigan niñes al mundo, evitando posibles situaciones de abuso emocional o resentimiento.