Adicción y Consumo de Sustancias
Superar una adicción no es tan simple como decidir dejar de consumir o ejercitar el control de impulsos.
La adicción es una enfermedad y tiene que ser tratada como tal.
La mayoría de las personas consumen alcohol, drogas y/o tabaco en algún momento de sus vidas de manera experimental o esporádica. Pero qué pasa cuando este consumo se vuelve abusivo?​
Tipos de consumo:
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Experimental: se desconocen los efectos de la sustancia y se consume para saber qué se siente. El consumo es a nivel grupal y se puede dejar de consumir o continuar.
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Ocasional: se conocen los efectos de la sustancia y el consumo está directamente relacionado con el grupo que provee la sustancia ya que no se busca activamente y no afecta las actividades.
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Habitual: se comienza a consumir de manera constante, formándose un hábito. Ya no solo se consume en grupos sino que también de manera individual. Se conoce los precios, calidad y efectos de la droga y se busca activamente.
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Abusivo: se consume regularmente, en grupo o en solitario y en situaciones de riesgo. Se buscan los efectos de la sustancia y comienza a generar problemas en la familia, trabajo y/o escuela. En este punto, aumenta la tolerancia*.
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Adictivo: Aumenta el tiempo utilizado en actividades relacionadas con la obtención y consumo, se genera tolerancia y aparecen síntomas de abstinencia. Se produce una intoxicación frecuente y aparecen problemas físicos asociados. Se reducen o abandonan las actividades sociales, laborales y recreativas, y mantiene el consumo pese a estos.
La adicción se caracteriza por un consumo abusivo y continuo de sustancias, que temporalmente dan placer, y que a largo plazo generan daños en la persona, y que aún conociendo las consecuencias negativas, la persona no deja de consumir.
La adicción no solo afecta nuestras relaciones sociales, familiares y laborales, sino que también afecta nuestro cerebro...
¿Qué le sucede a nuestro cerebro cuando consumimos?
Para entender esto hay que primero comprender lo siguiente.
Cuando hacemos algo que nos gusta, o comemos algo rico o nos juntamos con alguien que queremos, el cerebro identifica estas conductas como placenteras y activa lo que se llama, el sistema de recompensa.
Cuando este sistema se activa, se libera dopamina (comúnmente llamada neurotransmisor de la felicidad), la cual indica al cerebro que ese acto es beneficioso y hay que recordarlo para repetirlo y reforzar esa conducta (la dopamina es crucial a la hora de formar hábitos).
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Ahora, qué pasa cuando consumimos una droga?
Al consumir una droga, el sistema de recompensa se sobre activa y se libera una larga oleada de dopamina (hasta 10 veces mayor que con una actividad natural), produciendo una intensa euforia y generando una conexión entre el consumo de la droga y el placer resultante. Entonces, el cerebro “aprende” a buscar ese estímulo para generar placer, más que otros más sanos.
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Entonces, qué sucede si consumimos de manera regular? ​
El cerebro se ajusta, y el sistema de recompensa necesita mayor estímulo para liberar la misma cantidad de dopamina. Además, comienza a volverse menos sensible a la dopamina, es decir, se necesita mayor cantidad de dopamina para sentir el mismo nivel de placer.
Por lo tanto, la habilidad de experienciar placer por actividades naturalmente reconfortantes, disminuye y necesita seguir consumiendo para sentir un nivel normal de placer, volviéndose la persona dependiente de la sustancia. A este fenómeno se le llama tolerancia*, y es un círculo vicioso:
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Por lo tanto, la persona adicta se vuelve dependiente de la droga para sentir placer y eventualmente se siente sin motivación y depresivo con las actividades naturalmente placenteras.
Mientras más se consume, el cerebro se adapta, y necesita cada vez más dosis para sentir placer.
Cuando una persona está en este punto, es necesaria la ayuda profesional para dejar el consumo.
¿Qué pasa cuando una persona adicta deja de consumir?
Comienza el síndrome de abstinencia. Este ocurre cuando los niveles de la droga disminuyen en la sangre del individuo que ha tenido un uso prolongado y se caracteriza por un conjunto de síntoma físicos y psicológicos tales como fatiga, depresión, trastornos del sueño, temblores y convulsiones seguido de una imperiosa necesidad de consumir droga para aliviar estos síntomas.
La adicción siempre tiene dependencia, síndrome de abstinencia y tolerancia
¿Cómo se trata una adicción?
El tratamiento de una adicción consiste en tratamiento farmacológico y psicológico. Este puede ser en el hogar o en un centro especializado, dependiendo de la persona.​
A grandes rasgos, y de manera general la rehabilitación consiste en:​
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En primer lugar se realiza la desintoxicación, en donde se elimina el consumo y se pasa por el periodo de abstinencia. Luego se realiza la deshabituación, en donde se busca que la persona sea consciente de su dependencia al alcohol o drogas y se analiza y trabaja en torno a qué rol cumple ésta en su vida, además se entregan herramientas que la ayudarán a dejar el consumo. Ahora comienza la etapa de rehabilitación en donde se generan nuevas pautas de comportamiento sanas (esta es la fase más larga). Y por último, la fase de reinserción, en donde se ayuda a la persona a recuperar sus relaciones y los diferentes aspectos de su vida que fueron alterados por la adicción.
*Es importante recalcar que la recaída es parte del proceso de cambio y este proceso no es lineal.
Entender la adicción como una enfermedad es esencial para disminuir el prejuicio que existe en torno a las personas adictas y a ser más empáticxs con estas.
Referencias
Abuse, N. I. on D. Drugs, Brains, and Behavior: The Science of Addiction: Drugs and the Brain | NIDA.
Fases del tratamiento de adicciones Madrid | Centro Elphis. (s. f.). Centro Tratamiento Adicciones en Madrid. Centro Elphis.
How an Addicted Brain Works > News > Yale Medicine. (s. f.).